Consecuencias sobre la supervivencia infantil y la situación mundial.
La lactancia materna óptima de los lactantes menores de dos años de
edad tiene más repercusiones potenciales sobre la supervivencia de los
niños que cualquier otra intervención preventiva, ya que puede evitar 1,4 millones de muertes de niños menores de cinco años en el mundo en desarrollo (The Lancet,
2008). Los resultados de un estudio realizado en Ghana demuestran que
amamantar a los bebés durante la primera hora de nacimiento puede
prevenir el 22% de las muertes neonatales.
Los niños amamantados tienen por lo menos seis veces más posibilidades de supervivencia en
los primeros meses que los niños no amamantados. La lactancia materna
reduce drásticamente las muertes por las infecciones respiratorias
agudas y la diarrea, dos importantes causas de mortalidad infantil, así
como las muertes por otras enfermedades infecciosas (OMS-The Lancet,
2000). Las consecuencias potenciales de las prácticas óptimas de
lactancia materna son especialmente importantes en los países en
desarrollo donde se registra una alta carga de enfermedad y un escaso
acceso al agua potable y el saneamiento. En cambio, los niños no
amamantados de los países industrializados también corren un mayor
riesgo de morir: un estudio reciente sobre la mortalidad posneonatal en
los Estados Unidos encontró un aumento del 25% en la mortalidad de los
lactantes no amamantados. En el Estudio de la cohorte del milenio,
del Reino Unido, la lactancia materna exclusiva durante seis meses se
relacionó con una disminución del 53% en las hospitalizaciones por
diarrea y una disminución del 27% en las infecciones de las vías
respiratorias.
Si bien las tasas de lactancia materna no disminuyen a nivel mundial,
y muchos países han experimentado un aumento significativo en la última
década, sólo el 38% de los niños de menos de seis
meses de edad en el mundo en desarrollo reciben leche materna
exclusivamente y sólo el 39% de los niños de 20 a 23 meses edad se
benefician de la práctica de la lactancia materna.
Recomendaciones para una lactancia materna óptima.
Las recomendaciones de la
Organización Mundial de la Salud y de UNICEF sobre la lactancia materna
son las siguientes: inicio de la lactancia materna durante la primera
hora después del nacimiento; lactancia materna exclusiva durante los
primeros seis meses; y lactancia materna continuada durante dos años o
más, junto con una alimentación complementaria segura, adecuada desde el
punto de vista nutritivo y apropiada para la edad, a partir del sexto
mes.
Beneficios de la lactancia
La lactancia materna tiene una extraordinaria gama de beneficios.
Tiene consecuencias profundas sobre la supervivencia, la salud, la
nutrición y el desarrollo infantiles. La leche materna proporciona todos
los nutrientes, vitaminas y minerales que un bebé necesita para el
crecimiento durante los primeros seis meses de vida; el bebé no necesita
ingerir ningún otro líquido o alimento. Además, la leche materna lleva
los anticuerpos de la madre, que ayudan a combatir las enfermedades.
El acto de la lactancia materna en sí estimula el crecimiento adecuado
de la boca y la mandíbula, y la secreción de hormonas para la digestión y
para que el bebé se sacie. La lactancia materna crea un vínculo
especial entre la madre y el bebé y la interacción entre la madre y el
niño durante la lactancia materna tiene repercusiones positivas para la
vida en lo que se refiere a la estimulación, la conducta, el habla, la
sensación de bienestar y la seguridad, y la forma en que el niño se
relaciona con otras personas. La lactancia materna también reduce el
riesgo de padecer enfermedades crónicas más adelante en la vida, tales
como la obesidad, el colesterol alto, la presión arterial alta, la
diabetes, el asma infantil y las leucemias infantiles. Los estudios han
demostrado que los bebés alimentados con leche materna obtienen mejores
resultados en las pruebas de inteligencia y comportamiento en la edad
adulta que los bebés alimentados con fórmula.
Prácticamente todas las madres pueden amamantar, si
se les da el apoyo, los consejos y el aliento adecuados, así como ayuda
práctica para resolver cualquier problema. Los estudios han demostrado
que el contacto en una etapa temprana de la piel de la madre con la piel
del bebé; la lactancia materna con frecuencia y sin restricciones para
asegurar la producción continua de leche; y la ayuda para posicionar y
colocar el bebé, aumentan las posibilidades de que la lactancia materna
tenga éxito.
La lactancia materna también contribuye a la salud de la madre
inmediatamente después del parto, ya que ayuda a reducir el riesgo de
hemorragia posparto. A corto plazo, la lactancia materna retrasa el
retorno a la fertilidad y a largo plazo reduce la diabetes tipo 2 y el
cáncer de mama, de útero y de ovario. Los estudios también han
descubierto vínculos entre el cese temprano de la lactancia materna y la
depresión posparto en las madres.
¡La lactancia materna salva más vidas que cualquier otra intervención preventiva!
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