La
obesidad es un trastorno que se caracteriza por la
acumulación de grasa en el cuerpo. Se diferencia del sobrepeso, que significa
pesar más de lo debido. Ambos términos significan que el peso de una persona
está por encima de lo que se considera saludable según su estatura. Los niños
crecen a distintas velocidades, de modo que no siempre es fácil saber cuándo un
niño está obeso o tiene sobrepeso. Pídale a su proveedor de atención médica que
examine si el peso y la estatura de su hijo se encuentran dentro de lo que se
considera saludable.
Si fuera necesario comenzar un programa para bajar de peso,
es bueno que toda la familia este comprometida para que su hijo no se sienta
solo. Fomente una alimentación saludable al:
- Servir
más frutas y vegetales
- Comprar
menos gaseosas y meriendas altas en calorías y grasas
- Asegurarse
que su hijo tome su desayuno todos los días
- No
comer comida basura demasiado seguido
- No
usar la comida como un premio
La actividad física también es muy importante. Los niños
necesitan aproximadamente 60 minutos diarios de actividad física. Esta puede
dividirse en períodos cortos y ser igual de productiva.
NIH: Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades
Digestivas y Renales
Obesidad en niños.
La obesidad significa tener demasiada grasa corporal. No es
lo mismo que sobrepeso, lo cual significa que el peso de un niño está en un
rango superior al de los niños de la misma edad y estatura. El sobrepeso puede
deberse a músculo, hueso o agua extra, así como también a demasiada grasa.
Ambos términos significan que el peso de un niño es superior
a lo que se piensa que es saludable.
Causas.
Cuando los niños
comen más alimento de lo que su cuerpo necesita para la actividad y el
crecimiento normales, las calorías adicionales se almacenan en los adipocitos
para su uso posterior. Si este patrón continúa con el tiempo, ellos desarrollan
más adipocitos y pueden presentar obesidad.
Normalmente, los bebés y los niños pequeños responden a las
señales de hambre y llenura, de manera que ellos no consumen más calorías de
las que su cuerpo necesita. Sin embargo, los cambios en las últimas décadas en
el estilo de vida y las opciones de alimentos han provocado el aumento de la
obesidad entre los niños.
Los niños están rodeados de muchas cosas que los llevan
fácilmente a comer en exceso y difícilmente a estar activos. Los alimentos que
son ricos en contenido de grasa y azúcar a menudo vienen en tamaños de
porciones grandes. Estos factores pueden llevar a los niños a ingerir más
calorías de las que necesitan antes de que se sientan llenos. Los comerciales
de televisión y otros anuncios en pantallas pueden conducir a la
elección
de alimentos poco saludables. La mayoría de las veces, los alimentos en
anuncios dirigidos a los niños es rica en azúcar, sal o grasas.
Las actividades que implican "
tiempo
frente a una pantalla" como ver televisión, juegos, mensajes de texto
y jugar en la computadora requieren muy poca energía. A menudo toman el lugar
de la actividad física saludable. Además, los niños tienden a anhelar los
refrigerios poco saludables que ven en los anuncios de televisión.
Otros factores en el ambiente del niño también pueden
conducir a la obesidad. La familia, los amigos y el entorno escolar ayudan a
moldear la dieta y las opciones de ejercicio del niño. El alimento puede
utilizarse como una recompensa o para consolar a un niño. Estos hábitos
aprendidos pueden conducir a comer en exceso. Muchas personas tienen dificultad
para romper estos hábitos más adelante en vida.
La genética, las afecciones médicas y los trastornos
emocionales también pueden aumentar el riesgo de obesidad para un niño. Los
trastornos hormonales o la baja actividad tiroidea y ciertos medicamentos, como
los esteroides o los anticonvulsivos, pueden aumentar el apetito de un niño.
Con el tiempo, esto incrementa su riesgo de obesidad.
Un enfoque malsano en el hecho de comer, el peso y la imagen
corporal pueden llevar a un trastorno alimentario. La obesidad y los trastornos
alimentarios a menudo ocurren al mismo tiempo en niñas adolescentes y mujeres
adultas jóvenes que pueden estar descontentas con su imagen corporal.
Pruebas y exámenes
El médico llevará a cabo un examen físico y hará preguntas
acerca de la historia clínica, hábitos alimentarios y rutina del ejercicio de
su hijo.
Se pueden hacer exámenes de sangre para buscar problemas
tiroideos o endocrinos, los cuales podrían llevar al aumento de peso.
Los expertos en salud infantil recomiendan que a los niños
se les hagan exámenes para la obesidad a la edad de 6 años. El
índice
de masa corporal (IMC) de su hijo se calcula usando la estatura y el peso.
Un médico usa una fórmula del IMC diseñada para niños en crecimiento con el fin
de calcular la grasa corporal de su hijo.
Tratamiento
APOYAR A SU HIJO
El primer paso para ayudar a su hijo a lograr un peso
saludable es consultar con su médico. El médico puede ayudarle a establecer
metas saludables para bajar de peso y ayudar con el monitoreo y apoyo.
Trate de lograr que toda la familia se una a un cambio de
comportamiento saludable. Los planes para bajar de peso en los niños se enfocan
en hábitos de estilo de vida saludables. Esto es algo bueno para cualquier
persona, incluso si adelgazar no es la principal meta.
CAMBIAR EL ESTILO DE VIDA DE SU HIJO
Comer una dieta balanceada significa que su hijo consume los
tipos y cantidades correctas de alimentos y bebidas para mantener su cuerpo
saludable.
- Conozca
los tamaños de las porciones para la edad de su hijo, de manera que éste
obtenga la suficiente nutrición sin comer en exceso.
- Compre
alimentos saludables y manténgalos disponibles para su hijo.
- Escoja
una variedad de alimentos saludables de cada uno de los grupos de
alimentos y coma alimentos de cada grupo en cada comida.
- Aprenda
más respecto a comer
saludable y salir a comer.
- Escoger
refrigerios y bebidas saludables para sus hijos es importante.
- Las
frutas y las verduras son buenas opciones para los refrigerios saludables.
Están llenas de vitaminas y son bajas en calorías y grasa. Algunas
galletas y quesos también son buenos refrigerios.
- Reduzca
los refrigerios de comida chatarra como papitas fritas, dulces, pasteles,
galletas y helado. La mejor manera de evitar que los niños consuman comida
chatarra u otros refrigerios malsanos es no tener estos alimentos en su
casa.
- Evite
las gaseosas, las bebidas para deportistas y las aguas saborizadas, sobre
todo las que vienen preparadas con azúcar o jarabe de maíz. Estas bebidas
son ricas en calorías y pueden llevar al aumento de peso. De ser
necesario, escoja bebidas con edulcorantes artificiales (sintéticos).
Cerciórese de que los niños tengan la oportunidad de
involucrarse en
actividad
física sana todos los días.
- Los
expertos recomiendan que ellos hagan 60 minutos de actividad moderada
todos los días. Actividad moderada significa que usted respira más
profundamente que al estar en reposo y que su corazón palpita más rápido
de lo normal.
- Si
su hijo no es un atleta, encuentre maneras de motivarlo a ser más
activo.
- Estimule
a los niños a jugar, correr, montar en bicicleta y practicar deportes
durante su tiempo libre.
- Los
niños no debe ver más de dos horas de televisión al día.
EN QUÉ MÁS PENSAR
Hable con el médico antes de darle al niño suplementos o
fitoterapia para bajar de peso. Muchas afirmaciones hechas por estos
productos no son ciertas y algunos suplementos pueden tener efectos secundarios
graves.
Los medicamentos para bajar de peso no se recomiendan para
los niños.
La
cirugía
bariátrica se está realizando actualmente en algunos niños, pero sólo
después de que completan su crecimiento.
Posibles complicaciones
Un niño que tenga sobrepeso o que sea obeso es más propenso
a tener sobrepeso u obesidad como adulto. Los niños obesos ahora están
desarrollando problemas de salud que solían verse sólo en los adultos. Cuando
estos problemas empiezan en la niñez, se vuelven con frecuencia más graves
cuando el niño se convierte en un adulto.
Los niños con obesidad están en riesgo de presentar estos
problemas de salud:
- Glucosa
(azúcar) alta en la sangre o diabetes
- Presión
arterial alta (hipertensión)
- Colesterol
y triglicéridos elevados en la sangre (dislipidemia
o grasas elevadas en la sangre)
- Ataques
cardíacos debido a cardiopatía coronaria, insuficiencia cardíaca
congestiva y accidente
cerebrovascular posteriormente en la vida
- Problemas
óseos y articulares: más peso ejerce presión en los huesos y las
articulaciones. Esto puede llevar a osteoartritis,
una enfermedad que causa dolor y rigidez articular.
- Detención
de la respiración durante el sueño (apnea
del sueño). Esto puede causar fatiga diurna o somnolencia, atención
deficiente y problemas en el trabajo.
Las niñas obesas son más propensas a no tener períodos
menstruales regulares.
Los niños obesos con frecuencia tienen baja autoestima.
Ellos son más propensos a ser fastidiados o intimidados y pueden tener
dificultad para hacer amigos.